A partir de un posible cliente, creamos una relación de confianza que nos lleva a tener un amigo, con relación directa a partir de ese momento.

No es imprescindible desplazarse a La Rioja para disfrutar de la sensación de una bodega. Ayudamos a disfrutar de una visita guiada, con personal altamente cualificado, disfrutando de un paraje idílico, con unas sensaciones diferentes. En el momento que las personas visitan la bodega, yeguada,… se queda marcado un día en la vida de cada persona, que es fácil de recordar y asociar como un hito en el tiempo. Estos momentos son disfrutados por distintas generaciones, que están comprendidas entre 0 y 100 años de edad. (¿Quién dijo que el vino es malo para los menores de edad, pudiendo disfrutar de los caballos?) Nuestros pequeños disfrutarán de este viaje, con otro tipo de sensaciones alejadas del vino, respirando el olor del vino, y disfrutando de los caballos en edades distintas, desde potrillos recién nacidos mamando de las madres, a nuestro veterano DX (caballo homenajeado en múltiples eventos, que ha participado incluso en las olimpiadas).

Nuestro vino es visible cuando se degusta en la mesa, ya que se sitúa en el botellero diseñado para tal efecto, dando suerte y salud a nuestros comensales (herradura apuntando hacia el cielo, sinónimo de suerte).

Nuestro vino cuenta con múltiples premios nacionales e internacionales y está basado en una agricultura totalmente ecológica, valor añadido, que nos diferencia de otras bodegas situadas en Iberia. Conservando la esencia natural, se intentan reproducir técnicas de nuestros antepasados, teniendo como principio no controlar nuestros caldos artificialmente. De ahí, el nacimiento del 0.0 Sulfitos, vino insignia de la bodega y de reciente creación.